THOUSANDS PRAY FOR UNITY, PEACE AND JUSTICE AT 87TH PROCESSION AND MASS IN HONOR OF OUR LADY OF GUADALUPE AND ST. JUAN DIEGO IN EAST L.A.
Today, on the Feast Day of St. Juan Diego whom the Virgin Mary appeared to miraculously in 1531, more than 30,000 faithful from Santa Barbara, Ventura and Los Angeles counties danced, sang and prayed down East Los Angeles streets to honor Our Lady of Guadalupe, the patron saint of the Americas, at the 87th annual procession and Mass of the Archdiocese of Los Angeles. The theme of this year’s celebration was “Our Lady of Guadalupe: The light of peace in justice.” During the homily Archbishop José H. Gomez reflected on recent tragedies this year including the wildfires and shootings and said: “we have many reasons for tears, many reasons for doubt and sadness. But God our Heavenly Father is with us! Our Blessed Mother, the Virgin of Guadalupe is with us!” (full text of bilingual homily follows) Today’s celebration leads up to the feast day of Our Lady of Guadalupe on December 12, and marks the second week of Advent, a season of preparation for the celebration of the Nativity of Jesus at Christmas. The mile-long route of the oldest religious procession in Los Angeles, included colorful floats, equestrian groups, mariachis and indigenous dancers. Catholic school students escorted La Peregrina, the official Archdiocesan pilgrim image of the Virgin of Guadalupe, which has been blessed and touched to the original image. Awards were given to three floats that most creatively depicted this year’s theme – St. Charles Borromeo in North Hollywood (first), St. Bernard Parish in Bellflower (second), and St. Marcellinus in Commerce and St. Rosa Lima in Maywood (tied for third). The pilgrimage and procession are possible because of the collaboration and participation of parish communities throughout the entire Archdiocese. Many wore red and green attire to resemble the flag of Mexico, where Our Lady of Guadalupe appeared to St. Juan Diego. The procession ended at East Los Angeles College Stadium in Monterey Park, where Archbishop José H. Gomez celebrated a special Mass in honor of Our Lady of Guadalupe. The Mass featured a mixed choir from St. Linus Church in Norwalk, St. John Chrysostom in Inglewood, and Our Lady of Lourdes in East LA singing traditional Mariachi songs in honor of Our Lady of Guadalupe. In preparation for today’s procession and Mass in East LA, the framed traveling images of Our Lady of Guadalupe and St. Juan Diego visited various parishes and schools for veneration in the Archdiocese of Los Angeles. The images were also venerated at Santa Clara Cemetery in Oxnard during the celebration of Día de los Muertos (Day of the Dead) in November. This year marks the 487th anniversary when the Virgin of Guadalupe appeared to Mexican indigenous St. Juan Diego in 1531, and asked him to build a church on a hilltop, miraculously leaving her image on his cloak, or tilma as proof of her request to the bishop at that time. Since then, the image of Our Lady of Guadalupe has been a symbol of unity, peace, compassion and hope for people around the world. Photos from the event can be found here: https://drive.google.com/open?id=1Yv99rYNvLoEnUt_rLgFmlBn5hlRJToqn. ### Homilía — Procesión y Misa de Na. Sa. de Guadalupe[i] Mons. José H. Gomez Arzobispo de Los Angeles East Los Angeles College Diciembre 9, 2018 ¡Muy queridos hermanos y hermanas en Cristo, Guadalupanos todos! ¡Nos reunimos una vez más, como cada año, al inicio del tiempo de Adviento, en la presencia de Nuestra Madre Santísima de Guadalupe y de San Juan Diego! Que alegría reunirnos para celebrar a Maria de Guadalupe, Madre del Amor Hermoso y pedirle que nos enseñe a tener siempre una santa esperanza en las promesas de Dios Nuestro Señor. What a blessing it is to be children of Tepeyac, sons and daughters of such a Mother! She is always our mother and she leads us always to Jesus — who shows us the face of our loving Father. En la 1a lectura de la Misa de hoy, escuchamos las palabras del profeta Baruch: “Dios mostrará tu grandeza a cuantos viven bajo el cielo. Dios te dará un nombre para siempre: “Paz en la justicia y gloria en la piedad”. Dios siempre está con nosotros. Vivimos unos tiempos difíciles. Pensemos en todos los que están en la frontera como parte de la “caravana’ desde América Central. También en que nuestro gobierno ha fracasado, un año más, en aprobar una reforma migratoria justa. La situación de los jóvenes, los Dreamers, que siguen sin una solución definitiva. Una tragedia, tantos y tantos que siguen sufriendo. At the same time, this has been a year in which our community has seen wildfires and mass shootings. And also in the Church, we have seen the sadness of scandal. Yes, my brothers and sisters, it is true. We have many reasons for tears, many reasons for doubt and sadness. But God our Heavenly Father is with us! Our Blessed Mother, the Virgin of Guadalupe is with us! ¡Tiempos difíciles, pero Dios está siempre con nosotros! Maria de Guadalupe, nuestra Madre Santísima esta siempre con nosotros! Lo escuchamos en la segunda lectura de la Misa de hoy, de la carta de San Pablo a los Filipenses: “Estoy convencido de que aquel que comenzó en ustedes esta obra, la irá perfeccionando siempre hasta el día de la venida de Cristo Jesús” Pidámosle a Maria de Guadalupe que siempre este con nosotros y que sintamos el Amor de Dios en nuestros corazones sabiendo que todo es para bien. Dios Nuestro Señor que saca bien de las cosas difíciles. Este año como parte de la Peregrinación de la Arquidiócesis a la Basílica de Guadalupe en la Cd. de México me alegro mucho ir al Santuario de la 5ª Aparición. Donde la Virgen curo a Juan Bernardino, el tío de Juan Diego. Y estuve reflexionando en las bellas palabras de Maria de Guadalupe a San Juan Diego sobre la enfermedad de su tío Juan Bernardino: “Oye y pon bien en tu corazón, hijo mío el más pequeño: nada te asuste, nada te aflija, tampoco se altere tu corazón, tu rostro; no temas esta enfermedad ni ninguna otra enfermedad o algo molesto, angustioso o doliente.” “¿No estoy aquí yo, que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en donde se cruzan mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?” “Que ninguna otra cosa te aflija, te perturbe; que no te preocupe con pena la enfermedad de tu tío, porque de ella no morirá por ahora. Ten por seguro que ya sanó.” ¡Pienso que hoy, una vez más, Maria de Guadalupe nos dice esas palabras a cada uno de nosotros en las circunstancias personales de nuestra vida! Let us ask Our Lady of Guadalupe to help us today. She is the face of God’s love. In her gaze, in her sensitive and passionate eyes — we see all the love that God has in his heart for each one of us. Her sweet and immaculate heart will provide the path for us! Believe this, my brothers and sisters! All for the good! Everything is working for the good of those who love God, although sometimes our minds cannot grasp God’s plan or see it clearly. Con la confianza en Dios, podremos como nos dice San Pablo ser ‘colaboradores en la propagación del Evangelio’ Esta es nuestra misión. Llevar la palabra de Dios de manera sencilla pero atrayente a todos los que nos rodean. Con la sencillez de San Juan Diego, con el ejemplo de San Juan Bautista que escuchamos en el Evangelio en palabras del Profeta Isaías: Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos. Todo valle será rellenado, toda montaña y colina, rebajada; lo tortuoso se hará derecho, los caminos ásperos serán allanados y todos los hombres verán la salvación de Dios. Necesitamos abrir nuestros corazones, nuestros espíritus, ser como San Juan Diego, ser como Juan el Bautista. Necesitamos tener nuestros corazones abiertos para recibir la Palabra de Dios como ellos lo hicieron. Y luego tenemos que proclamar esta Palabra con nuestras vidas. God wants to become human. This is what this holy season of Christmas, this is what the Incarnation, is all about. We hear in this promise in the Gospel today: “All flesh shall see the salvation of God.” Esto comienza en nosotros, mis hermanos y hermanas. Dios quiere llenar nuestras vidas humanas con su divino Espíritu. Necesitamos dar testimonio de su salvación: ¡Dios quiere hablar con nuestra voz, quiere estar vivo en nuestras emociones humanas! Pidamos a Maria de Guadalupe que nos ayude a preparar el camino de Jesus. Ojalá que nunca olvidemos las palabras de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego y las sintamos dichas a cada uno de nosotros: “Pero es muy necesario que tú personalmente vayas y hables de esto, y que precisamente por tu mano se cumpla mi voluntad.” Y que Maria de Guadalupe, Madre del Amor Hermoso, nuestra Madre nos ayude a crecer en el Amor de Dios y en el amor a los demás, siendo siempre fieles en el servicio de Dios en nuestra vocación en la Iglesia. Nuestra Señora de Guadalupe, ¡ruega por nosotros! ¡Que Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Que viva San Juan Diego! ¡Que viva San Junípero Serra! ¡Que viva San Oscar Romero! ¡Que viva Cristo Rey! ¡Que viva la Virgen de Guadalupe! ¡Que viva la Virgen de Guadalupe! ¡Que viva la Virgen de Guadalupe! ####