ARCHBISHOP GOMEZ REMINDS THE FAITHFUL THAT JESUS IS THE ANSWER TO HATE, VIOLENCE AND INJUSTICE IN THE WORLD DURING EASTER SUNDAY HOMILY
April 10, 2023  |  By:   |  Press Releases  |  

–L.A. Archdiocese welcomes 1,743 new Catholics–

 

Archbishop José H. Gomez called the faithful to walk on Jesus’ footsteps living with joy and confidence that He triumphed over death, during his Easter Sunday homily to a packed Cathedral of Our Lady of the Angels in downtown Los Angeles. During the Mass, Archbishop Gomez blessed representatives of the nearly 1,750 new Catholics in the Archdiocese of Los Angeles, who were baptized by the Archbishop on Easter Vigil during a solemn traditional ceremony held on the eve of the Feast of Resurrection.

 

“Easter is God’s answer to all evil and suffering in the world,” said Archbishop Gomez in Spanish. “It is also the answer to sin and to all the suffering in our own lives. The empty tomb tells us that God’s love is stronger than any hate, violence, injustice and evil. God’s love can change any situation. God can make life grow from death, he can give meaning to all suffering and transform it into a source of health. He can transform our sins and mistakes into something positive.” See below full homily as prepared, in Spanish.

 

This year, a 931 adults, and 812 children of catechetical age, all from the five Archdiocese’s pastoral regions, received the sacraments of baptism and Holy Eucharist on Easter Vigil, the evening of Saturday, April 8. The new Catholics participated in a lengthy process of conversion and deepening of their faith in parishes of the Archdiocese, which usually lasts a year or more. During the Easter Vigil Mass, all the faithful present renewed their Baptismal Promises and received a blessing with Easter holy water as a reminder that, in and through Christ, they have died and been born again through the waters of baptism.

 

“Jesus is alive! He is not some historical figure whose memory will one day fade away. He is real and His love is real. He really died for us, and it is worth everything for us now to live from Him. We know it will not always be easy; we will experience sadness and suffering, and the ugliness of sin. But we know that Jesus will wipe away every tear because He has conquered death,” said Archbishop in his homily.

 

The Feast of the Resurrection of Christ is the oldest and most important Christian celebration. Christians believe that, by rising from the dead, Jesus demonstrated his power over sin and death, manifesting his divinity as the Son of God. According to the Christian Scriptures, Jesus is the long-awaited Messiah who offered his life for the sins of the world as was prophesied in the Hebrew Scriptures.

 

To watch Easter Sunday Masses and for more information, visit https://lacatholics.org/easter/.

 

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Under the spiritual leadership of Archbishop José H. Gomez, the Archdiocese of Los Angeles is the largest in the United States, serving the counties of Los Angeles, Ventura and Santa Barbara, covering approximately 9,000 square miles in 120 cities. The nearly 5 million Catholics in the Archdiocese come from some 70 countries and from every continent. Weekly Masses are celebrated in 42 languages throughout 288 parishes, and more than 73,000 students attend an Archdiocesan Catholic elementary or high school. For the latest news, events and to subscribe for media alerts, visit media.la-archdiocese.org.

 

Full homily in Spanish follows:

 

SPANISH

 

Homilía — La Resurrección del Señor, Misa del Domingo de Pascua[i]

 

Mons. José H. Gomez

Arzobispo de Los Ángeles

 

Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles

9 de abril de 2023

 

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

 

Hoy que celebramos el Domingo de Pascua celebramos el día del nuevo comienzo del mundo, el día de la “nueva creación”.

 

En nuestra primera lectura de esta mañana, escuchamos aquel primer testimonio que dieron los Apóstoles: “Lo mataron colgándolo de la cruz, pero Dios lo resucitó al tercer día

 

Hoy es el tercer día: ¡el Domingo de Pascua!

 

Cuando en esa primera mañana de Pascua Jesús hizo rodar aquella piedra, dejando luego la tumba vacía, Él cambió todo.

 

La Pascua es la respuesta de Dios al Viernes Santo. Es la respuesta de Dios a todo el mal y a todo el sufrimiento que existe en el mundo. Y es también su respuesta ante todo el pecado y el sufrimiento que hay en nuestras propias vidas

 

Como pudimos escuchar en nuestra lectura del Evangelio de esta mañana, los apóstoles se asombraron al ver la tumba vacía. Y nosotros deberíamos también compartir su asombro y sentirnos llenos de amor y de gratitud.

 

La tumba vacía nos habla de que el amor de Dios es más fuerte que cualquier odio, violencia, injusticia y maldad.

 

El amor de Dios puede cambiar cualquier situación. Dios puede hacer brotar vida de la muerte, puede darle significado al sufrimiento y transformarlo en fuente de salud. Él puede transformar en algo positivo los pecados y los errores de nuestra vida.

 

Ya no tenemos motivo de estar tristes o preocupados, ya no tenemos por qué permanecer encerrados dentro de nuestros problemas, pues existe una solución: la misericordia de Dios.

 

No hay nada que Dios no pueda hacer por nosotros. No hay pecado que él no perdone, ni debilidad que no nos ayude a vencer. No hay ninguna situación en nuestra vida en la que él no pueda ayudarnos.

 

Pero tenemos que acudir a Dios, tenemos que creer en Jesús, tal como lo hicieron los primeros apóstoles.

 

San Pablo nos dice hoy en la segunda lectura de la Misa: “Pongan todo el corazón en los bienes del cielo, no en los de la tierra, porque han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios …

 

En este Domingo de Pascua, tenemos que permitir que la luz del sepulcro vacío llene nuestra vida de alegría y de verdadera esperanza.

 

Así como lo descubrieron los apóstoles en el Evangelio de hoy, la tumba vacía es la “prueba definitiva” del amor de Dios hacia nosotros.

 

Como escuchamos en el Evangelio, el apóstol Juan, que fue el primero en llegar al sepulcro, y “vio y creyó”.

 

Nosotros también tenemos que creer. Tenemos que vivir con la certeza de que Dios está con nosotros. Nuestra esperanza es verdadera y sólida porque está puesta en la Resurrección.

 

Jesús nos llama ahora a seguirlo. Empezando desde la tumba vacía nos llama a salir al mundo y a vivir de verdad. Nos llama a vivir de un modo hermoso y sencillo.

 

Y para hacerlo realidad tenemos que vivirlo en nuestra vida diaria estando cerca de Jesús, escuchando sus palabras en los Evangelios y siguiendo su ejemplo.

 

También haciendo oración, conversando con él cada día, pidiéndole que nos haga saber qué es lo que Él quiere que hagamos y vivirlo con todo el corazón y con todas las fuerzas.

 

Y siempre creciendo en el amor a las personas que forman parte de nuestra vida, sabiendo servirlas con un corazón humilde y tratarlas con misericordia y con perdón. Amar sin calcular los esfuerzos, dar sin esperar nada a cambio.

 

Recuerden que Cristo vive. Que Jesús siempre va con nosotros en nuestras vidas y que podemos llamarlo por su nombre y que Él nos acompañará en los momentos buenos y en los difíciles.  

 

Nuestra meta es la gloria eterna, la tierra prometida del Reino de Dios. Y, si somos fieles, vamos a llegar al cielo porque Dios está con nosotros.

 

Si permanecemos con Jesús, Él estará siempre con nosotros.

Si caminamos con Jesús, Él nos acompañará por todos los senderos de nuestra vida.

 

Queridos hermanos y hermanas esta es nuestra esperanza. La resurrección de Jesús es la promesa de Dios para cada uno de nosotros y para el mundo entero. La esperanza de la Pascua y la verdad de la resurrección llena nuestra vida de paz y de alegría.

 

Pidámosle a la Santísima Virgen María que ella nos acompañe en el camino hacia el cielo.

 

Felices Pascuas para todos ustedes y le pido a Dios que este tiempo de Pascua sea un período para compartir, para amar, y un tiempo de esperanza y alegría para ustedes y sus familias.

 

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[1] Lecturas: Hech 10, 34a, 37–43; Sal 118, 1–2, 16–17, 22–23; Col 3, 1–4; Jn


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