ARCHBISHOP GOMEZ REMINDS THE FAITHFUL THAT STORY OF OUR LADY OF GUADALUPE IS STORY OF THE AMERICAS
December 12, 2024  |  By:   |  Press Releases  |  

The Virgin of Guadalupe was serenaded on eve of her Feast Day by a Mariachi and renowned singers at the annual celebration in her honor at the Cathedral of Our Lady of the Angels-

Archbishop José H. Gomez welcomed faithful to the Cathedral of Our Lady of the Angels in downtown Los Angeles during the annual midnight Dec. 12 Mass to honor Our Lady of Guadalupe and reminded them that the story of Our Lady of Guadalupe “is our story, this is the story of the Americas; through the Virgin at Tepeyac, God is opening the door of faith in the New World.” This year is the 493rd anniversary of the apparitions of Our Lady of Guadalupe to St. Juan Diego, which is celebrated in Mexico and other countries around the world, including the Philippines.

“Tonight, we celebrate, with singing and dancing and rejoicing, the coming of Our Lady! The coming of the daughter of the Most High God!” proclaimed Archbishop Gomez. “In our celebration the many nations of the earth are represented, all the many tribes and peoples and tongues under heaven. All of us have come, young and old, on this glorious night, to give praise to God, the Lord of heaven and earth, the one true God, through whom all things were created.

“Tonight Mary comes again. Into the world, and into our lives. She comes in her personal love and she comes to bring us the God who is Love; the God who helps us, the God who wants to be our salvation.”

The Archbishop closed his homily reminding the faithful that Our Lady of Guadalupe calls on everyone to continue her mission “of bringing Jesus and the joy of his salvation to all the Americas.”

“The Virgin is telling us tonight: Go, into your neighborhood, into your school, into the places where you work. Tell the people there how much Jesus loves them. Show them the difference that Jesus has made in your life! You are the precious sons and daughters of the Queen of Heaven, and she is calling each of you tonight to help her to build the Kingdom of her Son on earth!

“She is calling you to help Jesus to open the door of faith in every human heart,” concluded the Archbishop.

Please see below full homily as prepared in Spanish. To view full video of Mass and musical tribute, click here.

The celebration commenced at 6 p.m. on the Cathedral Plaza with free refreshments and Aztec and Matachines dancers. Following the festivities on the Plaza, at 10 p.m., the celebration continued inside the Cathedral for a Rosary accompanied by Cathedral’s Spanish Choir, followed by a serenade to the Virgin and “Las Mañanitas,” a traditional Mexican birthday song to honor the Virgin on her Feast Day.

This year’s musical tribute, or serenata, included the following performers accompanied by Mariachi Ángeles de Pepe Martínez, Jr. (for full bios click here):

  • Ángeles Ochoa: renowned Mexican ranchera singer-songwriter nominated by the Billboard Music Awards, Latin Grammy Awards and was won the “Premio Lo Nuestro” for Best New Female Artist
  • Julián Torres: talented mariachi singer from Hawthorne, California and the first mariachi singer to sing with Snoop Dogg’s Death Row Records who earned the “Voice of the Year” award at the Galardones a los Músicos del Mariachi and has performed at Carnegie Hall and Teatro Metropolitan in Mexico City  
  • Carmen Jara: Latin-Grammy nominated singer of Regional Mexican Music, affectionately known as “La Reina del Jaripeo” (The Queen of the Rodeo)
  • Gustavo Hernández: celebrated mariachi and a classical singer, who has been part of several philharmonics and symphonies across country
  • Jacky Ibarra: Los Angeles native, was nominated as best new Christian artist and has performed at the Hollywood Bowl and St. Peter’s Basilica at the Vatican
  • Stephanie Amaro: Latin Grammy-nominated singer/guitarist and 2019 La Voz US Semifinalist, who will accompany Jacky Ibarra in serenading the Virgin 

The celebration is made possible with the support of this year’s presenting partners Catholic Communication Collaboration (C3) and Catholic Cemeteries & Mortuaries of the Archdiocese of Los Angeles. We are also grateful for Vallarta Markets, El Gallo Giro and Tacos Gavilan for their donations to the fiesta on the Cathedral Plaza; and EWTN and EWTN Español, Radio Católica, Guadalupe Radio, El Sembrador, and Maria Visión for broadcasting the celebration.

The festivities commemorate the apparitions of the Virgin Mary to St. Juan Diego at Tepeyac, Mexico, in December 1531, when she left her image on his tilma, or cloak. The relic, or piece of the tilma inside the Cathedral, was a present to the Archdiocese of Los Angeles from the Archbishop of Mexico City in appreciation and friendship after Los Angeles Archbishop John J. Cantwell led a pilgrimage to the Basilica of Our Lady of Guadalupe in Mexico City in the early 1940s, during the Cristero War. Given the natural agave fibers used to make the tilma, experts say it is miraculous that the relic at the Cathedral in Los Angeles, and the rest of the tilma in Mexico City, have survived for almost five centuries.

The celebration was livestreamed on the Cathedral’s Facebook and YouTube pages, www.facebook.com/olacathedral and www.youtube.com/olacathedral.  For more information, please visit www.olacathedral.org/guadalupe.

Full homily in Spanish follows:

Homilía — Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe

Mons. José H. Gómez

Arzobispo de Los Ángeles

Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles

12 de diciembre de 2024

Muy queridos hermanos y hermanas,

Con gran alegría, como cada año, celebramos la fiesta de Na. Sa. de Guadalupe y como sabemos, nos acercamos al 500 aniversario de su aparición en el Tepeyac.

Las lecturas de la Misa de hoy nos narran una escena muy bonita, que nos ayuda a pensar en cómo seria la aparición de la Virgen de Guadalupe.

La primera lectura del profeta Zacarias nos dice: Canta de gozo y regocíjate, Jerusalén, pues vengo a vivir en medio de ti, dice el Señor. Muchas naciones se unirán al Señor en aquel día;
ellas también serán mi pueblo y yo habitaré en medio de ti …”

Esta noche estamos celebrando, con cantos y alegría, la venida de Nuestra Señora.

Y en nuestra celebración están representadas todas las naciones de la tierra y todos venimos a dar gloria a Dios, Señor del cielo y de la tierra. Dios verdadero y único, creador de todas las cosas.

Y el pasaje del Evangelio nos recuerda la visita de Maria Santísima a su prima Santa Isabel. Que la recibe diciendo:

“¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la Madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.

Sin duda, las lecturas de hoy nos narran una escena sumamente hermosa y en cierto sentido, podemos ver como San Juan Diego tuvo la misma reacción cuando se le apareció la Virgen de Guadalupe.

Cuando la Virgen se apareció en la cima del cerro de Tepeyac, sus vestidos brillaban como el sol y las piedras sobre las que estaba parecían brillar como joyas preciosas.

Y le pidió que la ayudara a construir un lugar sagrado, una iglesia, un templo, un lugar en el que ella pudiera entregar a su Hijo al mundo.

“… para allí mostrárselo a Ustedes”, le dijo la Virgen a San Juan Diego, “a El que es todo mi amor, a El que es mi mirada compasiva … que es mi auxilio, … que es mi salvación.”

Queridos hermanos y hermanas: esta es también nuestra historia, la historia del continente americano: en el Tepeyac, a través de la Virgen de Guadalupe, Dios abre la puerta de la fe para el Nuevo Mundo.

Somos hijos e hijas de la Reina del cielo y de la tierra. Y también nosotros, como San Juan Diego, tenemos que desempeñar un papel importante en el reino de Dios, independientemente de quienes seamos o de lo que hagamos en la vida, pues todos y cada uno de nosotros somos hijos e hijas de Dios.

Esta noche María de Guadalupe viene a estar con nosotros y nos trae al Dios que es Amor, que viene a ayudarnos, y que quiere ser nuestra salvación.

Y nuestra Madre nos llama esta noche a que la amemos, a que la busquemos, a que confiemos en ella y a que le dirijamos nuestras súplicas.

Ella le prometió a Juan Diego: “Allí les escucharé su llanto, su tristeza, para remediar, para curar todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores”.

Y Ella hará, verdaderamente, todas estas cosas por cada uno de nosotros. Ella siempre nos escucha, conoce las dificultades que podemos encontrar y las cosas que afligen nuestros corazones.

Nuestra Madre estará siempre con nosotros, para consolarnos y para conducirnos a su Hijo Jesus.

Pero, queridos hermanos y hermanas, nuestra Madre también nos pide que hagamos algo por Ella.

Esta noche, Ella nos dice lo mismo que le dijo a San Juan Diego:

“Para realizar lo que pretende mi mirada misericordiosa, anda al palacio del obispo… Ya has oído, hijo mío el menor, mi aliento, mi palabra; anda, haz lo que esté de tu parte”.

Esta noche, ella nos confía a todos y a cada uno de nosotros la responsabilidad de continuar esa hermosa misión de llevar a Jesús a todo el continente americano.

Y, en especial, quiere encontrar un lugar para su Hijo en nuestras vidas y en este mundo en el que vivimos.

Por eso, ella nos dice esta noche: Vayan, presurosos —como ella lo hizo cuando visito a Santa Isabel, a llevar a Jesús a sus hogares, a la vida de los miembros de su familia.

Vayan a su vecindario, a su escuela, a su sitio de trabajo, y háblenle a la gente con quienes se encuentren sobre el gran amor que les tiene Jesús.

Todos nosotros somos los, muy amados, hijos e hijas de la Reina del Cielo, y Ella nos llama esta noche, a cada uno de nosotros, a que la ayudemos a construir el Reino de su Hijo en la tierra.

Pidamos hoy la gracia de ser, como San Juan Diego, hijos e hijas de Dios, que llevamos el mensaje de Na. Sa. de Guadalupe en este tiempo en el que vivimos, ‘haciendo lo que está de nuestra parte’.

¡Que viva la Virgen de Guadalupe! ¡Que viva San Juan Diego!

¡Que viva San Junípero Serra!

¡Que viva Cristo Rey!

¡Que viva la Virgen de Guadalupe! ¡Que viva la Virgen de Guadalupe! ¡Que viva la Virgen de Guadalupe!

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